A pesar de las mejoras realizadas en el circuito del Gran Premio de Miami, varios pilotos de Fórmula 1 continúan expresando su descontento con ciertos aspectos del trazado. Uno de los puntos más criticados es la sección entre las curvas 13 y 16, especialmente la chicana, que Max Verstappen comparó con una pista de karts, sugiriendo que sería más adecuada para vehículos de menor velocidad.
Las limitaciones del espacio alrededor del Hard Rock Stadium y las rampas elevadas de la autopista han obligado a diseñar secciones de baja velocidad que interrumpen el ritmo de la carrera. Aunque el primer sector del circuito, que rodea el estadio y termina en las curvas múltiples 6-7-8, ha sido bien recibido, el resto del trazado sigue siendo objeto de críticas.
Además, las altas temperaturas de Miami han afectado negativamente el rendimiento de los neumáticos, con compuestos como el C4 sobrecalentándose y degradándose rápidamente, lo que complica las estrategias de carrera.
Para mejorar la experiencia de los pilotos y la calidad de las carreras, se han propuesto varias soluciones, como rediseñar las secciones problemáticas del circuito y considerar la posibilidad de realizar la carrera en horario nocturno para mitigar los efectos del calor extremo.
Mientras tanto, el Gran Premio de Miami sigue siendo un evento destacado en el calendario de la F1, atrayendo a fanáticos y celebridades por igual, aunque continúa enfrentando desafíos en cuanto a su diseño y condiciones de carrera.
