La quiebra del Silicon Valley Bank abre oportunidades para las startups latinas
La idea de que la región es riesgosa por la historia de depreciaciones y de inestabilidad social y política podría ser suficiente para ahuyentar a los inversionistas, añadió Franck, sin embargo, es precisamente ese bagaje de experiencias lo que sitúa a América Latina en una buena posición para enfrentar periodos complicados.
Prueba de ello, por ejemplo, son las tres etapas de éxito por las que ha pasado el emprendimiento latinoamericano en momentos adversos: la primera se dio en Argentina, que vio nacer a Mercado Libre y Globant; la segunda, en Brasil, cuyas empresas crecieron a pesar de una recesión; y, ahora, la tercera ola se vive en México con startups que buscan aprovechar las ventajas que el nearshoring representa para el país.
Sin embargo, no todos comparten el ánimo optimista. Philipp Haugwitz, socio de la consultora McKinsey en México, mencionó que tras la quiebra del SVB podría levantarse una barrera para el acceso a capital por parte de las startups, por lo que los emprendedores deberán ajustarse a esta nueva realidad.
Las claves para sobrevivir en un momento complejo
En SoftBank, puntualizó Franck, las inversiones en empresas de tecnología se hacen con base en la credibilidad que tiene su posible consolidación en el futuro, por lo que los pilares que las hacen atractivas al capital de riesgo no han cambiado. El primero de estos elementos es el talento de sus fundadores y su pasión por resolver problemas.
Haugwitz resaltó que son valiosas aquellas compañías que hallan oportunidades en temas que no han sido resueltos, muchos de los cuales se encuentran en la relación entre negocios (B2B), como la gestión de servicios y las soluciones de software.